domingo, 17 de diciembre de 2006

LO DE SIEMPRE

El Barça como siempre, pierde en el único trofeo que nunca consigue pero esta vez por la mínima:

Porto Alegre 1 - Barcelona 0

El Barcelona pagó su exceso de confianza y no pudo con un Internacional que planteó el encuentro con mucho más oficio. Por segunda vez, el equipo azulgrana cae derrotado en una final intercontinental que revela algunas de sus carenciasAdvertía Deco días atrás de la importancia que supondría ganar el Mundial de Clubes y cerrar un círculo. El portugués, de vuelta en lo que a materia futbolística se refiere, señalaba la relevancia histórica del título para el club azulgrana y la coronación ideal de un ciclo. El último paso, el enésimo peldaño para los chicos de Frank Rijkaard estuvo en la final contra el Internacional de Porto Alegre. Un rival correoso, dotado de matices propios de la escuela brasileña y que aterrizaba en la gran final de tapado dada su pobre actuación en semifinales contra el Al Alhy egipcio. Sin embargo, esta premisa quedó eliminada conforme fueron transcurriendo los minutos. En los primeros compases de la cita, ambos equipos se tantearon en busca de posibles puntos débiles de su oponente. El Barcelona, prudente y algo dubitativo, no adquirió el dominio del encuentro con la claridad de otros envites. Por su parte, el Internacional supo aprovechar el letargo azulgrana para reivindicar claramente su condición de serio aspirante con algunas aproximaciones que encendieron la alarma en las filas blaugranas. Alexandre, Iarley y Edinho conformaban una envenenada tripleta atacante que puso en más de un apuro a los Márquez, Puyol y compañía.Sobre aviso, el Barça dejó de lado el toque horizontal para crear acciones dotadas de mayor verticalidad, la verdadera esencia de este coloso. Las constantes subidas de Zambrotta por la banda derecha sembraron una pequeña dosis de incertidumbre en el conjunto brasileño, que afrontaba las acometidas basándose en un férreo orden. Pudo abrir el cerrojo carioca Gio mediante un potente zurdazo que repelió con acierto Clemer, y poco después, fue Gudjohnsen el que estuvo cerca de marcar con un remate que salió ligeramente desviado. Posteriormente, el islandés rozó la gloria gracias a un disparo cargado de intención que se marchó muy cerca de la escuadra del Internacional. Ronaldinho, sometido al estrecho marcaje de Ceara, no pudo brillar como en otras ocasiones pero en el momento en el que apareció lo hizo como acostumbra: con criterio, detalles de virtuoso y eficiencia. De uno de sus magistrales desbordes nació un tiro que hizo emplearse a fondo al meta suramericano, e instantes después, hizo lo propio con un lanzamiento de falta que se estrelló en la figura del arquero.El Internacional, muy bien posicionado, midiendo los tiempos con la eficacia de un reloj suizo, reaccionó con acciones verticales que buscaban la espalda de los centrales del Barça. Alexandre medía una y otra vez a Puyol con su esquisito regate, mientras que Edinho apostó por un juego más directo con el objetivo de batir a Valdés. Si bien es cierto, el portero azulgrana no tuvo muchos sustos, aunque antes de llegar al descanso se topó con un peligrosísimo disparo de Indio que a punto estuvo de encontrar su escuadra. En los útltimos min. Adriano daría el triunfo al Porto Alegre desde el Yokohama.







Adrián García

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