Celta 1 - 1 Villareal 
Sigue la maldición anti-victorias de Balaidos para el Celta, que aunque comenzó adelantándose en el marcador, acabó dentro de su área. Al comienzo del encuentro, en los primeros minutos, el mal de ojo de las rodillas se cebó esta vez con los de Pellegrini, al lesionarse Tachinardi en una pugna de balón. A este le tienen que sacar en camilla, pues no podía ni caminar. Comenzaron igualados pese al cambio repentino que tuvo que hacer Pellegrini. Se adelantó el Celta, con la jugada de Gustavo López por la banda derecha, que deja sentado a Arruabarrena y hace un centro suave y perfecto al segundo palo, donde estaba Baiano que de cabeza empuja el balón dentro de las mallas. A partir del único gol que marcó el Celta, este comenzó a jugar a sus anchas, a llegar a la portería de Barbosa a placer. En el minuto 30, como ya avanzamos, Nené falla a puerta vacía un centro raso de Baiano, ya que venía algo forzado. En estos compases finales de la primera mitad, el Villareal comienza a tener ocasiones, pero de poco peligro. Cuando faltaban 5 minutos para el final de la primera mitad, Riquelme avisa con un tiro desde casi 30 metros, pero se va arriba pero muy cerca. Ya en la segunda parte, paradón de Barbosa con un tiro de Iriney desde 30 metros. Estos disparos como podrán comprobar, se harán muy comunes en las ocasiones de peligro a lo largo del partido. En el minuto 62 de partido, obús de Forlán desde treinta metros que no puede atajar Pinto y se introduce dentro de las mayas convirtiendose en uno de los golazos de la jornada. A partir del gol, el Villareal comenzó a dominar el partido. Cuando faltaban 6 minutos para la conclusión, un disparo también muy lejano de Forlán casi sorprende a Pinto, que saca de puños a corner. Y más o menos con esta ocasión murió el partido. El Celta que sigue sin ganar en casa se queda en la mitad de la tabla, igual que el Villareal. En Balaidos hubo como siempre poca entrada, en total 12000 espectadores.

Juan Casielles
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