El Barcelona fue recibido a lo grande a su llegada a Japón, donde disputará esta semana el Mundial de Clubes de la FIFA, al ser jaleado por unos doscientos hinchas japoneses nada más desembarcar en Tokio. El vuelo chárter en el que viajó la expedición azulgrana llegó puntual al aeropuerto de Narita, a las 12.50 locales (3.50 GMT). Nada más abandonar el control de aduanas, los jugadores del Barcelona se encontraron con una nube de aficionados japoneses y fotógrafos. "Quiero volverme Deco", rezaba uno de las pancartas portada por un japonés vestido de azulgrana. La nota simpática entre la multitud la pusieron la seguidora Kaori Ozawa y su hijo de un año y medio, Kagari, quien mientras esperaba la llegada de los jugadores tarareaba el himno del Barcelona que su madre le acercaba al oído con un reproductor musical. La plantilla barcelonista se traslado rápidamente al hotel Royal Park de Yokohama donde descansará hasta las 19.00 locales (10.00 GMT), hora en la que se volverá a reunir para, bien entrenar en el estadio de Todoroki, o bien realizar una sesión de ejercicios ligeros en el gimnasio del hotel.

Adrián García
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