

Afortunadamente son pocas las veces que tenemos que dejar a un lado el desarrollo de un partido para referirnos a los hechos producidos por los hinchas de los conjuntos participantes en el encuentro. Una de ellas ocurrió ayer en el estadio Ruiz de Lopera, en el partido que enfrentaba al Betis a su gran rival, el Sevilla, pero no fue un partido completo, ya que el árbitro, el castellano Undiano Mallenco, se vio obligado a suspender el partido en el minuto 57 de partido, tras que unos aficionados que no tienen otro nombre que salvajen y bárbaros, lanzaran desde la grada una botella que impactaría en el técnico sevillista Juande Ramos. El impacto, producido después de un gol conseguido por Kanouté, dejaría al entrenador andaluz inconsciente, tendido en el suelo. Los servicios médicos de ambos equipos se volcaron en atender a Juande, intentando devolverlo a la consciencia, pero esto no pudo ser y tuvo que ser hospitalizado. Afortunadamente ya ha sido dado de alta, y según declaraciones no recuerda nada, pero ha hecho un acto de reflexión, y ha comentado que los principales culpables de la violencia, son los equipos, que se enfrentan de manera diplomática, así que los seguidores hacen lo mismo pero violentamente.
Aparte de violencia el partido se desarrolló con timidez, ya que ninguno de los equipos intentó ir a por el partido. Las oportunidades fueron en contras aprovechando fallos del rival, incluso la del gol del Sevilla que aprovechó Kanouté marcando el 0-1. a partir de este momento el partido está suspendido, y el comité de competición y demás instituciones darán mañana viernes su veredicto, decidiendo si el partido continuará o se dará por finalizado con la victoria del Sevilla 1-0, ya que en la ida el resultado fue 0-0.
También decidirá si cerrará el estadio del Betis, o no lo cerrará, como se hizo después del famoso derbi entre el Madrid y el Barça, en el que al terreno de juego cayeron botellas de cristal que estuvieron a punto de golpear a Roberto Carlos, todos lo recordarán relatando que también se vio en el campo un cochinillo. Esperamos que no cometan el mismo error y que tomen las medidas necesarias para impedir actos como el de ayer.
Aparte de violencia el partido se desarrolló con timidez, ya que ninguno de los equipos intentó ir a por el partido. Las oportunidades fueron en contras aprovechando fallos del rival, incluso la del gol del Sevilla que aprovechó Kanouté marcando el 0-1. a partir de este momento el partido está suspendido, y el comité de competición y demás instituciones darán mañana viernes su veredicto, decidiendo si el partido continuará o se dará por finalizado con la victoria del Sevilla 1-0, ya que en la ida el resultado fue 0-0.
También decidirá si cerrará el estadio del Betis, o no lo cerrará, como se hizo después del famoso derbi entre el Madrid y el Barça, en el que al terreno de juego cayeron botellas de cristal que estuvieron a punto de golpear a Roberto Carlos, todos lo recordarán relatando que también se vio en el campo un cochinillo. Esperamos que no cometan el mismo error y que tomen las medidas necesarias para impedir actos como el de ayer.
Marcos Argüelles
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